lunes, 1 de noviembre de 2010

Claustrofobia mental

Lo verdaderamente desolador, la verdad terrible que subyace tras la colorida y convincente realidad, es que estamos encerrados en la caverna de Platón, encerrados toda la vida, persiguiendo sombras, polvo y aire; y sólo podemos especular, porque no hay ninguna forma de salir y contrastar las ideas con las cosas.

2 comentarios:

Hipatia dijo...

Podemos podemos soñar...

Hipatia dijo...

¡Cielos! ...Podemos, podemos...