viernes, 22 de agosto de 2014

Molto rall .

El tiempo pasa despacito cuando no estás.
Muy despacito.
Se ensancha la conciencia para ocupar el vacío
que me dejas.
Y se llena de preguntas, despacito, y las guardo para ti.

Siete milenios después, llegas y me besas
(despacito) y enredas despacito tus manos en el pelo
de mi nuca.

Entonces yo, muy despacito, saco las preguntas
una a una
de su jaula de juguete
y vuelan torpes y contentas
a tus ojos curiosos.

Y entonces pienso:
la única manera
de vivirte más tiempo
es

vivirte


despacito.